Inauguración de la exposición fotográfica- Estimat diari

Exposición Individual “Estimat diari” del artista Lídia Vives

Galería Espai Cavallers

Estimat diari

Podríamos decir que desde la prehistoria, los humanos hemos sentido la necesidad de dejar huella. Si antes, los primeros hombres tachaban en las cavernas dibujos relatando su día a día, siglos después, por la primera comunión, era costumbre que te regalaran un diario donde harías exactamente lo mismo. Quizás no hablaríamos del animal que habíamos cazado, pero sí de las peleas en clase y de los primeros amores. Puede parecer que los diarios son inicialmente cosas de niños o que incluso se han pasado de moda. Pero lo cierto es que, hoy en día, los humanos insistimos en conservar nuestro recuerdo por un futuro: Ya sea colgando fotografías en Instagram, quejándonos en Twitter, charlando por Whatsapp, practicando firmas en una libreta, haciendo un graffiti… y algunos incluso vandalizando monumentos históricos profesando amor eterno por su pareja (nunca lo hagáis. Vandalizar, quiero decir).

Queda claro, pues, que las personas tenemos la necesidad de expresarnos, disfrutar de los recuerdos y hacer saber a las futuras generaciones que nosotros estuvimos aquí.

En mi caso, lo hago con los autorretratos. Quizás no queda demasiado lejos de aquellos que se hacen un selfie… o quizás sí.

Mi “Querido Diario” se divide en dos partes: en una las fotografías son de unos colores muy vivos, y con una estética parecida a los años sesenta (una época que ni siquiera he llegado a vivir y que sólo puedo imaginar ayuda de películas y fotografías del álbum familiar). En otro, las imágenes son principalmente en blanco y negro y están intervenidas con bolígrafos de colores. Como cuando un niño dibuja un bigote en un retrato.

En la primera parte, cuento historias de mi vida de la forma más exagerada posible. Podríamos decir que más que hablar de hechos reales, se basan en ellos. Interpreto a un personaje como si una actriz tuviera que hacer de mí misma y me convierto en una mezcla de Barbie y Femme Fatale.

En la segunda parte, no hay trampa alguna. El desnudo no podría ser más sincero y las historias son completamente transparentes. Con la ayuda del simbolismo, de los garabatos y de elementos que pertenecen a la cultura pop, esta historia puede ser tanto mía como tuya.

Como ya he dicho al principio, los humanos siempre hemos querido dejar huella… y, como puede ver, hay varias formas de hacerlo.