"Al final, las visiones" llega el sábado al Teatro Municipal del Escorxador

"Al final, las visiones" llega este sábado, a las 20 horas, al Teatro Municipal del Escorxador, en el marco de la programación de otoño de LaTemporada Lleida. Lázaro García propone un texto de culpas y memoria, supervivientes y cargas de aquellas que se llevan toda la vida. Protagonizada por Joan Carreras, Laia Manzananes, Joan Marmaneu y Xavi Sáez, es una producción de la Sala Beckett y Grec 2022 Festival de Barcelona.

Sinopsis

Sara y Adri, una pareja joven, se instala en una masía, no muy lejos de Girona. Enseguida conocen al vecino, Álex, que vive solo en una casa a pocos pasos de la suya y con quien comienzan a establecer una relación que se consolida la noche que él les invita a cenar. Terminada la reunión, y ya de madrugada, Sara no puede dormir y, al mirar por la ventana, ve a su vecino, agachado en el suelo, medio desnudo, mirándose de manera obsesiva la casa donde viven y, en concreto, la ventana del dormitorio que ocupan… Las noches siguientes, Álex sigue haciendo la misma extraña aparición.

Culpas impuestas, redenciones que se hacen esperar muchos años, sueños, retornos, visiones y finales forman parte de una historia intensa que nos habla de aquel territorio en el que conviven los vivos y los muertos, quienes ya se han ido y quienes , quizá a pesar de suyo, todavía están ahí.

Las entradas (18 € general / 16 € Amigo/Amiga de LaTemporada) se pueden comprar en las taquillas del Auditorio Municipal Enric Granados, Teatro Municipal del Matadero y en la web de LaTemporada Lleida.

Cabe recordar el descuento de Amigo/Amiga de LaTemporada con el que se podrá disfrutar de un 10% de descuento en todos los espectáculos de la programación municipal de artes escénicas. Con losabonos 3 y 5 también puede conseguirse hasta un 25% de ahorro entre 36 espectáculos, así como elegir la mejor localidad.

Además, los estudiantes de música, teatro y danza que sean menores de 20 años se pueden aplicar el 50% de descuento realizando este trámite online .

Crítica de Jordi Bordes en recomienda.cat

Los dramas de Lázaro García tienen algo de llovizna de verano, que dejan una frescura en el ambiente bochorno sin acabar de eliminar el polvo del camino. El autor vuelve a crear una ficción a partir de una angustia de la infancia o la adolescencia, como ya había hecho en La font de la Pólvora, o Los niños desagradecidos. En "Al final, las visiones" construye una verdadera trama de thriller, de intriga, que va rescatando fragmentos de una historia muy escondida y en la que domina una angustia por la culpa mal curada. En un accidente, dos amigos mueren y dos se salvan. Los que se salvan a Àlex (enigmático Joan Carreras) y Marc (Xavi Sáez, rencoroso) tratan de sobrevivir a aquel drama. En el fondo, como unas visiones que se confunden en la realidad queda la juventud de Sonia y Toni. Marc quiere superar esa pesadilla que le arrastra desde hace dos décadas; Álex quiere recordarlos y revivirlos. La aparición de la pareja joven, Sara y Adri (Laia Manzanares, Joan Marmaneu) abren sin querer la caja de Pandora. Despiertan un vendaval inesperado. Nunca más volverá a ser igual pero, en cambio, mueve ni un centrímetro el mausoleo de debajo de la escalera. En el sótano late (como ese 20 de noviembre de Lars Norén) las pulsiones más escondidas de Àlex que, misteriosamente, llora por las noches mirando por una ventana vecina.

El autor residente de la temporada 2021/22 en la Sala Beckett presenta un trabajo que funciona como caja china, que articula cajones secretos y esconde culpas, recuerdos, deseos y muchas incomprensiones. Hay un dolor que sigue a los dos adultos y que parece aliviarse con el aire fresco del nuevo vecindario. Lázaro García deja un final abierto para saber si conseguirán salir del mundo de los muertos. Los espejismos son visiones mal interpretadas. Y la escena (y sobre todo la escritura y profundidad de los personajes) permite circular libremente por ella, imaginando relaciones tóxicas o liberadoras entre los miembros de Bolondo. García Márquez creó un mundo irreal para su literatura, Macondo. Lázaro García idea una banda en la que existe la potencia del vivir intensamente y donde queda de poso algunos resentimientos que, quizás, son la causa de un sentimiento de culpa irrefrenable. Dos décadas más tarde, el autor juega a confundir al público entre Sonia y Toni y Sara y Adri. Entre qué se cuenta como recuerdo y qué se vive como representación del flashback, un cambio de marchas constante que atrapa la atención y permite ganar en matices y sombras para dejar una trama medio desenfocada y que sea el público el que acabe completando el desenlace. Además de las interpretaciones de dos veteranos de la escena como Joan Carreras (Historia de un jabalí, El policía de las ratas...) y Xavi Sáez (La gaviota, Sé de un lugar...), Laia Manzanares ( Tiempo salvaje) tiene una potencia difícil de valorar; dota a sus personajes un magnetismo ambiguo. Contrasta con el hermetismo de Joan Marmaneu.