El Ayuntamiento de Lleida plantea propuestas de mejora para el futuro polígono de Torreblanca Quatre Pilans
De las 13 viviendas afectadas inicialmente, finalmente, sólo una quedará afectada por las expropiaciones.
De las 13 viviendas afectadas inicialmente, finalmente, sólo una quedará afectada por las expropiaciones.
El alcalde de Lleida, Miquel Pueyo, acompañado del primer teniente de alcalde, Toni Postius, y de la segunda teniente de alcalde, Jordina Freixanet, se reunieron hoy con representantes de la Cámara de Comercio, de ASOTRANS, de la Federación de Asociaciones de Vecinos de Lleida, y de las asociaciones de vecinos de Grealó – Quatre Pilans y Magraners para explicar las propuestas de mejora para el futuro polígono de Torreblanca Quatre Pilans después de estudiar las consideraciones y alegaciones recibidas por los diferentes colectores colectivos.
El alcalde Pueyo ha puesto sobre la mesa "la oportunidad histórica de crecimiento industrial para la ciudad de Lleida para poder garantizar que las empresas opten por el municipio de Lleida con la consiguiente creación de puestos de trabajo". Pueyo también ha insistido en que el nuevo polígono será un "elemento estratégico para los próximos veinticinco años de la ciudad de Lleida".
En el transcurso de la reunión, el teniente de alcalde, Toni Postius, ha ido detallando diferentes aspectos de mejora que se han tomado en consideración desde el Ayuntamiento de Lleida. Por un lado, ha explicado que de las 13 viviendas afectadas inicialmente, hay 7 en las que no hay ninguna persona empadronada. Del resto de inmuebles habitados, por último, sólo uno quedará afectado por las expropiaciones.
En otro orden, Postius ha detallado que en total se han presentado 175 alegaciones, de las que 55 corresponden a propietarios, lo que representa un 10 por ciento del total.
En cuanto al llamado triángulo de Magraners, el Ayuntamiento determinará la prohibición de desarrollar cualquier actividad industrial. El espacio quedará únicamente reservado para usos agrarios. De esta forma se aleja la actividad industrial del barrio, tal y como pedía la asociación de vecinos del barrio.
En relación a posibles parques fotovoltaicos, Postius, indicó que se propondrá el uso de las cubiertas de las empresas para evitar mayor afectación en suelo agrario. Y en lo que respecta a la posible contaminación acústica, se realizarán estudios concretos en cada uno de los proyectos de las nuevas instalaciones, con el fin de prever medidas acústicas preventivas o compensatorias por las viviendas existentes.
Otro de los aspectos que preocupaba a algunas entidades es el paso de la línea eléctrica de alta tensión que, ha explicado Postius, se propone, ahora, que transcurra paralela a la N240 “a diferencia del modelo aprobado en 2017 y que suponía una notable fractura tanto por l'Horta como por el barrio de Magraners”.
A su vez, la teniente de alcalde, Jordina Freixanet, ha insistido en que la puerta del diálogo sigue abierta y ha explicado que el nuevo polígono es compatible con la reivindicada creación de la ciudad del transporte que permitirá desarrollar un área calificada como equipamiento comunitario de 163.000 metros cuadrados.
El alcalde ha recordado que este proyecto estaba en un cajón desde los años 2003/04, que se había empezado a hablar de ello. En 2020 se dio un acuerdo de la Comisión de Territorio de Cataluña y, después del documento ambiental para poder avanzar, se presenta una versión inicial. En 2021 se abre un proceso de participación ciudadana, con sesiones públicas informativas. En julio de 2022 se hace la aprobación inicial del proyecto, que entra en fase de información pública para que se puedan realizar alegaciones. En noviembre se celebró una reunión con la Cambra de Comerç, donde se dejó patente la importancia de darle una visión de territorio al proyecto.
Hoy, el Ayuntamiento de Lleida hizo públicas las consideraciones que aportará a la Generalitat en el transcurso de la tramitación, asimismo recordó que en estos momentos faltan las aportaciones de informes sectoriales. La previsión, según consta por parte de la Generalitat, es que durante el primer semestre de 2023 se realice la aprobación provisional y seguidamente la aprobación definitiva.