El acto por la obtención del certificado de huella de carbono cero ha tenido lugar hoy en la depuradora.

El servicio municipal de agua de Lleida, el primero del Estado que logra la certificación de huella de carbono cero

Iniciativas como la producción de energía fotovoltaica y la extracción de la energía que contienen los fangos derivados de la limpieza del agua en la depuradora han permitido a la empresa concesionaria Aqualia alcanzar esta reducción de impacto ambiental

El alcalde Larrosa ha destacado "el orgullo" por este hito y ha anunciado que la ciudad invertirá 4,5 millones para consolidar el liderazgo en la gestión del ciclo del agua, con inversiones en Llívia, Sucs y Raimat y en la mejora del aprovechamiento del agua depurada

Iniciativas como la producción de energía fotovoltaica y la extracción de la energía que contienen los fangos derivados de la limpieza del agua en la depuradora han permitido a la empresa concesionaria Aqualia alcanzar esta reducción de impacto ambiental

El alcalde Larrosa ha destacado "el orgullo" por este hito y ha anunciado que la ciudad invertirá 4,5 millones para consolidar el liderazgo en la gestión del ciclo del agua, con inversiones en Llívia, Sucs y Raimat y en la mejora del aprovechamiento del agua depurada

El servicio municipal de aguas de Lleida, que gestiona la empresa Aqualia, es el primero del Estado que obtiene el certificado de huella de carbono cero, que acredita que el ciclo del agua en la ciudad no genera emisiones de dióxido de carbono.

El alcalde, Fèlix Larrosa ha visitado hoy la estación depuradora de aguas residuales (EDAR) de Lleida, acompañado por los responsables de la empresa, para celebrar este hito, que ha sido posible gracias a iniciativas como la producción de energía fotovoltaica y la extracción de biogás que contienen los lodos derivados de la limpieza del agua en la depuradora. El paer jefe ha mostrado “el orgullo” por la consecución y por todas las innovaciones que se están implantando en la depuradora, que tiene el reto de convertirse en una biofactoría, mejorando el aprovechamiento de todos los residuos y apostando por la transformación digital, el uso de Inteligencia Artificial y sensores virtuales .

Larrosa también ha anunciado que la Paeria invertirá unos 4,5 millones de euros "para consolidar el liderazgo que tiene la ciudad en la gestión del ciclo del agua, como espacio innovador y hub tecnológico aplicado al agua".

Estas inversiones incluyen la puesta en marcha del nuevo alcantarillado y la estación de bombeo de Llívia y las nuevas depuradoras de Sucs y Raimat, que se impulsan conjuntamente con la Agencia Catalana del Agua y que permitirán reducir el impacto ambiental. También se contempla una inversión de 500.000 euros para incrementar el uso del agua regenerada de la depuradora para el riego de los parques y jardines y la limpieza de las calles, permitiendo ahorro de agua.

Las inversiones son fruto del Pacto del Agua que el gobierno municipal tiene suscrito con el grupo de Esquerra Republicana (ERC), "con una voluntad clara política y técnica de transformar la ciudad desde el respeto al medio ambiente", ha afirmado el alcalde, quien también ha agradecido la colaboración de la empresa concesionaria, Aqualia, por hacerlo posible. El acto contó también con la participación de la primera teniente de alcalde y concejala de Agenda Urbana, Begoña Iglesias, y de los concejales Anna Florista, Juanjo Falcó, David Melé y Gloria Rico.

El director de Zona II de Aqualia, Juan Luis Castillo, ha destacado el servicio de excelencia que se presta en Lleida fruto de la colaboración público-privada. "En 2014 el servicio de aguas de Lleida fue el primero del estado español que calculó y verificó la huella de carbono, es decir, las emisiones de gasas de efecto invernadero en la atmósfera, en un servicio integral de gestión de agua. Esta iniciativa ya supuso un ejercicio de transparencia y un paso adelante en el año. cero emisiones y seguimos implantado tecnología, innovación y conocimiento en todas las fases del ciclo del agua para seguir avanzando en ese sentido, ha añadido”.

"En total, gracias a la compra de energía eléctrica 100% de origen renovable y el aumento de la producción fotovoltaica para autoconsumo, el servicio de Lleida evitó la emisión de 1.066,8 toneladas de CO2 a la atmósfera en 2023. Una apuesta que continúa", ha explicado el responsable de Catalunya Centre d'Aqua.

En el conjunto del ciclo del agua las emisiones se han reducido en un 24% desde 2020, pasando de 2.359,60 toneladas de CO2 equivalente a 1.786,70, similar a lo que emiten unos 112 vehículos durante todo un año. Para conseguir ser neutra en carbono en Lleida, Aqualia ha compensado estas emisiones con tres proyectos ambientales: el Proyecto Pacajai REDD+, que tiene como objetivo prevenir la deforestación en los bosques nativos del estado de Pará, en Brasil, el proyecto "Reforestación Bosquia Forcarei", que tiene como objetivo la plantación de 6,76 hectáreas de la Oficina Catalana de Cambio Climático, incluido el proyecto del Banco de Alimentos de Lleida.

Gran parte de la disminución de la impronta de carbono del ciclo integral del agua de Lleida proviene de la EDAR (Estación Depuradora de Aguas Residuales), que durante los últimos años está en pleno proceso de transformación digital y afronta su conversión en biofactoría. Integrando tecnologías y procesos que permitan reducir el consumo energético y valorizar los recursos generados en el proceso de depuración. "Un proceso de transformación de largo camino, iniciado en el año 2015, y que ha implicado un esfuerzo sostenido de innovación tecnológica, con criterios de sostenibilidad y eficiencia energética, motivada por la necesidad de cumplir con normativas ambientales más estrictas, reducir costes operativos, aumentar la eficiencia del tratamiento y disminuir el consumo energético y la huella de carbono", ha explicado.

Las diferentes estrategias utilizadas, basadas en el uso de tecnologías de Inteligencia Artificial para el análisis de los datos y el control de proceso y la creación de sensores virtuales, han permitido reducir el consumo energético el consumo de reactivos, aumentar la autosuficiencia energética y reducir la producción de fangos.

La digestión anaerobia de los fangos genera biogás, que se limpia y se convierte en biometano. Actualmente, el Servicio de Aguas de Lleida cuenta con 8 vehículos GNC alimentados con el biometano producido en la EDAR, lo que permite recorrer más de 100.000 km/año. Gracias a ello, se ha evitado la emisión de más de 73.000 kg de CO₂ eq en los últimos 5 años.

Marc Vallespí también ha explicado que "la transformación de la EDAR de Lleida hacia una biofactoría es un ejemplo de cómo la innovación tecnológica y la sostenibilidad pueden ir de la mano para crear soluciones eficientes y respetuosas con el medio ambiente. Los logros alcanzados hasta ahora son sólo el comienzo, y las posibilidades para avanzar en esta línea son infinitas".

Calentamiento global

A medida que la Tierra se calienta, los fenómenos meteorológicos extremos, como inundaciones, sequías y oleadas de calor, son cada vez más frecuentes. Los Gases de Efecto Invernadero (GEI) se acumulan y absorben la radiación infrarroja del Sol, aumentando y reteniendo el calor en la atmósfera, dando lugar a tal efecto invernadero. Aunque parte de estos gases tienen un origen natural, el problema surge al aumentar la concentración debido a las actividades humanas (uso de combustibles fósiles, demanda energética, producción ganadera y agrícola intensiva, industria, transporte…), generando un incremento de la temperatura global superior a la media.

A través del Acuerdo de París, el tratado internacional sobre el cambio climático adoptado en 2015, la Unión Europea se comprometió a alcanzar la neutralidad de carbono para 2050, con un objetivo intermedio de reducir las emisiones en, al menos, un 55% para 2030 respecto a los niveles de 1990.