Exposición de las nuevas piezas incorporadas en la colección del Roda Roda
La colección municipal de vehículos históricos, custodiada y expuesta en el Roda Roda Museo de la Automoción, ha incorporado en el último año tres nuevas piezas: un coche Austin Victoria de 1973, un comprobador de motores y un conjunto de herramientas de taller.
La colección municipal de vehículos históricos, custodiada y expuesta en el Roda Roda Museo de la Automoción, ha incorporado en el último año tres nuevas piezas: un coche Austin Victoria de 1973, un comprobador de motores y un conjunto de herramientas de taller.
Se presentan destacadas dentro del ciclo "La pieza del trimestre" hasta el 9 de febrero de 2025. Posteriormente, se integrarán en la exposición permanente del museo.
Las piezas han sido cedidas por particulares que confían en el proyecto del museo y contribuyen al enriquecimiento de los fondos. Actualmente, la colección municipal de vehículos históricos está formada por 97 objetos, entre coches antiguos, motocicletas y otras piezas relacionadas con la automoción. Además, el museo alberga una cuarentena de coches y motocicletas antiguos depositados por particulares.
El Roda Roda Museo de la Automoción es un museo municipal que se encuentra en la calle Santa Cecília 22, junto a Camps Elisis, y se puede visitar de martes a sábado de 11 a 14 hy de 17 a 20 hy los domingos y festivos de 11 a 14 h, con entrada gratuita.
Austin Victoria Deluxe, de la familia Solé Pla
El vehículo Austin Victoria tiene una historia familiar entrañable:
Hacia las inmediaciones de las Fiestas de Navidad de 1972 Felip Solé y Carme Pla pasaron por una tienda donde vendían coches y vieron la Austin Victoria. Como les gustó mucho, fue el regalo de Navidad y Reyes de ese fin de año de 1972 y comienzo de 1973. El coche estuvo en activo hasta 1995 aproximadamente. Primero le condujo al padre hasta 1986 y después ya pasó a ser conducido por sus hijos. A lo largo de esos años fue el coche de la familia. Salía los fines de semana para ir de Terrassa a Agramunt y Montclar”, explica la familia.
Después de años sin utilizarlo, la familia ha querido darle una nueva vida compartiendo con las personas amantes del motor un vehículo referente de una época.
El coche de la familia Solé Pla se expondrá en el ámbito de los vehículos clásicos, junto con otros modelos de la época como un Seat 1500 o el Citroën dos caballos.
Las piezas de Tallers Bellí
Màrius Bellí i Fransi inició su carrera como aprendiz de mecánico a los 13 años. Después de muchos años de aprendizaje y dedicación, en 1962, con 28 años, decidió abrir su propio taller a pie de carretera en su pueblo, Torrefarrera. Con el paso del tiempo, el taller creció y en 1970 se trasladó a las afueras de Lleida, concretamente a la calle de la Doctora Castells. En ese nuevo espacio, el equipo llegó a contar con hasta 27 trabajadores. En esa época, los camiones que dominaban las carreteras eran marcas míticas como Pegaso, Barreiros, Dodge y Ebro. Estos vehículos, representativos de una era, eran conocidos por ser completamente desmontables, lo que permitía repararlos con facilidad y eficacia, cuando la inmediatez no era todavía una prioridad. Las herramientas dadas en el Roda Roda Museo de la Automoción pertenecen a aquella época.
Con los años, el taller siguió evolucionando y volvió a trasladarse, esta vez a la Carretera Nacional II, a la salida de Lleida en dirección a Barcelona, estableciéndose en dos ubicaciones distintas. Sin embargo, el crecimiento constante hizo que el taller se quedara pequeño de nuevo y, finalmente, en 2001 volvió a sus orígenes trasladándose una vez más a Torrefarrera.
La donación de Tallers Bellí consta de 12 cajas de herramientas de diferentes tipos, que conservan las herramientas y el estuche, usadas para reparaciones y repuestos de los camiones, y un cartel con el logotipo de Pegaso. Las herramientas se incorporarán en el ámbito del taller mecánico del museo, junto con otras herramientas y paneles publicitarios relacionados con la automoción.
El comprobador de motores de Manel Lloret
La prenda de Manel Lloret consta de tres partes: el comprobador en sí, un depósito y unos depósitos de control. Procede de un antiguo taller mecánico. El conjunto se expondrá en el ámbito de los motores del museo, junto a otros motores y piezas auxiliares. Esta donación ha contado con la colaboración del Club de Vehículos Históricos de Lleida.