La Guardia Urbana realiza más de un centenar de controles para identificar el correcto chipaje de los perros

La Guardia Urbana llevó a cabo una intensiva campaña de controles específicos para identificar el correcto chipaje de los perros de la ciudad. En este sentido, durante dos semanas los agentes de la policía de proximidad llevó a cabo 106 controles, de los que en un 6% los propietarios de los perros no cumplían con la obligación de tenerlos correctamente identificados.

La Guardia Urbana llevó a cabo una intensiva campaña de controles específicos para identificar el correcto chipaje de los perros de la ciudad. En este sentido, durante dos semanas los agentes de la policía de proximidad llevó a cabo 106 controles, de los que en un 6% los propietarios de los perros no cumplían con la obligación de tenerlos correctamente identificados.

Los agentes de proximidad de la Guardia Urbana equipados con lectores de chips han sido los encargados de realizar estos controles específicos con el objetivo de comprobar que los propietarios y propietarias de los animales los llevaban correctamente identificados. En los casos en que se detectó que no los tenían identificados correctamente, se les hizo una advertencia para que en el plazo de una semana presentaran en comisaría toda la documentación.

Cabe recordar que esta actuación de la Guardia Urbana formaba parte de la campaña que puso en marcha el Ayuntamiento de Lleida como medida para garantizar la protección de los animales y combatir su abandono y robo, a la vez que velar por el cumplimiento de esta obligación y promover la tenencia responsable de animales, de acuerdo con el criterio de las entidades animalistas de la ciudad. La campaña ha ido acompañada de acciones de comunicación en las redes municipales para informar a la ciudadanía de esta obligación legal y de las sanciones que comporta.

Las personas titulares de un animal de compañía (perros, gatos y hurones) están obligadas a identificarlo electrónicamente mediante la implantación de un microchip a cargo de un veterinario o veterinaria (artículos 26 y 51 de la ley 7/2023 de protección de los derechos y bienestar de los animales). El incumplimiento de la obligatoriedad de identificación del animal es una infracción grave que comporta sanciones de 10.001€ a 50.000€ (artículos 74.b y 76 de la misma ley).

La implantación del microchip, siempre que se realice en un centro veterinario catalán, va asociada a la inscripción del animal en el Archivo de identificación de animales de compañía (AIAC), que gestiona el Consejo de Colegios Veterinarios de Cataluña y que se enlaza con el Registro municipal de animales de compañía. Si el animal viene de otra comunidad autónoma o de otro país, es necesario censarlo también en el AIAC. No tener un animal inscrito en el Registro es una infracción leve, con sanciones de hasta 450€, según la ordenanza municipal.

A pesar de la obligatoriedad de identificar a los animales, son muchos los que no están registrados, lo que facilita los abandonos. La misma ley, aprobada el pasado año, cita un estudio de la Fundación Affinity y el departamento de Psiquiatría y Medicina Legal de la Universidad Autónoma de Barcelona, que indica que sólo el 27,7% de los perros que llegan a centros de acogida están identificados con microchip, mientras que en el caso de los gatos sólo lo están un 4,3%.

Actualmente, el registro municipal tiene inscritos a 22.760 animales, 18.531 perros y 3.966 gatos. En caso de muerte del animal, también es necesario comunicar su baja en el registro.

En el caso de los gatos, además de identificarlos con chip, la ley obliga a proceder a la esterilización quirúrgica antes de los 6 meses (excepto los registrados como reproductores, a nombre de un criador).