Las tropas cristianas recuperan la ciudad sin batalla final por la lluvia

Lleida vuelve a ser cristiana después de que las tropas de este bando hayan reconquistado la ciudad y hayan puesto fin a la ocupación del último año del bando moro. La victoria se ha conseguido, sin embargo, sin batalla final en la Seu Vella debido a la lluvia. La 28ª edición de la Fiesta de Moros y Cristianos de Lleida ha tenido que realizar cambios a lo largo del día de hoy por las condiciones meteorológicas. Ahora bien, la lluvia no ha mermado las ganas de fiesta y las comparsas moras (Musa, Banu-Hud y Aleridís) y cristianas (Urgellencs, Anglesola y Pallaresos) han lucido sus galas por las calles del Centro Histórico de la ciudad. Salieron de la calle Sant Martí hasta llegar a la avenida de Madrid, y realizaron el tradicional saludo a los miembros de la Corporación Municipal, encabezada por el paer en cap, Fèlix Larrosa, que siguieron el desfile desde el balcón de la Paeria.

El Desfile de Lucimiento por las calles de la ciudad ha acortado el recorrido y ha salido del Mercat del Pla. Las comparsas han podido realizar el itinerario con el acompañamiento de las bandas musicales. Pero el séquito no ha desfilado como estaba previsto, con caballos, bailarinas o trabucaires, entre otros, por cuestiones de seguridad.

Por la mañana, arrancó el desfile infantil, con los componentes más jóvenes de las comparsas de la Fiesta, y, como la batalla por la noche, tuvo que suspenderse por el mal tiempo, así como la presentación de las bandas. Este año, acompañaban la fiesta: Ilerband, Banda de calle de Lleida; Banda de Música Ciudad de Benicarló; Banda de música de la Asociación Musical Miralbueno; Asociación Banda La Valenciana de Barcelona y Banda Municipal de Música Ciudad de Fraga.

Lleida ha disfrutado igualmente del fin de semana festero, que ayer celebró las Embajadas ante un numeroso público en la plaza de Sant Joan.