Lleida se suma a la Hora del Planeta
Edificios emblemáticos de la ciudad quedarán a oscuras durante una hora, hoy sábado 23 de marzo, con el objetivo de concienciar a la ciudadanía sobre el cambio climático y las acciones necesarias para frenarlo
El Ayuntamiento de Lleida se suma, un año más, a la Hora del Planeta, la campaña promovida por World Wide Fund for Nature (WWF) a nivel mundial para concienciar a la ciudadanía sobre el cambio climático y las acciones necesarias para frenarlo .
En apoyo a la iniciativa, la Paeria se adhiere con el apagón de luces este sábado, 23 de marzo, a las 20.30 horas, del Palacio de la Paeria, el puente de Príncipe de Viana, el edificio Palas, la Seu Vella y el Castillo de Gardeny.
Bajo el lema “Dale una hora al Planeta”, la celebración de la Hora del Planeta pide a los ayuntamientos, la ciudadanía, las entidades y las empresas que apaguen las luces para celebrar su compromiso por la naturaleza y el cambio climático.
Un símbolo: apagar la luz una hora
Más que un símbolo, es un movimiento global en defensa del medio ambiente y de las personas.
La Hora del Planeta nacía en Sidney en 2007 como un gesto simbólico para llamar la atención sobre el problema del cambio climático. Un gesto sencillo que consiste en apagar las luces de edificios y monumentos durante una hora.
Hoy en día, muchos años después, moviliza a millones de personas en casi 200 países un día al año durante el mes de marzo.
El gran reto: camino a 2030
2023 fue el año más cálido de la historia desde su registro. Este aumento de la temperatura global se ha traducido en fenómenos meteorológicos extremos como inundaciones, oleadas de calor e incendios devastadores, cada vez más frecuentes.
Sobran evidencias de la crisis climática y en este contexto la Hora del Planeta brinda la oportunidad de demostrar su preocupación por la degradación ambiental y la necesidad de actuar.
Este día nos recuerda que la naturaleza es nuestro sistema de soporte vital, que nos brinda todo lo que necesitamos, desde el aire que respiramos hasta el agua que bebemos y los alimentos que comemos y que debemos defenderlo ahora para salvaguardar la salud de nuestro planeta y, a su vez, nuestra propia salud y bienestar.