Definición

Su objetivo es implementar diferentes medidas y compromisos que den respuesta a las necesidades de los ciudadanos y ciudadanas de Lleida y que fruto de la interlocución sindical de la ciudad se recogen desde los distintos sectores. La voluntad de ambas partes es conseguir una Lérida más conectada, más justa, más comprometida y más cohesionada. Una ciudad compacta que vele por prevenir las desigualdades e intervenir como motor de transformación social.

El Pacto, que incluye los compromisos de los Objetivos para el Desarrollo Sostenible y la Agenda 2030, se alinea en los 4 ODS estratégicos de legislatura y quiere ser un espacio de alianza y de la colaboración de los sindicatos en la promoción y defensa de los intereses de los trabajadores y trabajadoras y de los ciudadanos y ciudadanas de Lleida, así como de aquellos colectivos que tienen mayores dificultades de inclusión social. Además, se incorpora específicamente el objetivo 5: la igualdad de género, integrando la perspectiva de género en todas las políticas públicas y asignando acciones y proyectos concretos a conseguir.

Se trata de erradicar la violencia y la discriminación contra las mujeres, así como asegurar que tienen las mismas oportunidades que los hombres en todos los ámbitos de la vida. Esto significa acabar con todas las formas de violencia contra las mujeres, incluida la explotación sexual.

Este ODS también nos impulsa a trabajar para la igualdad de mujeres y hombres en el ámbito laboral y combatir la discriminación salarial, así como promover la conciliación de la vida personal, familiar y laboral.

Hay que trabajar por el reconocimiento y el reparto de los cuidados y del trabajo en la esfera familiar. Finalmente, también debe velar por la participación plena y efectiva de las mujeres, y por la igualdad de oportunidades en el liderazgo de la vida pública.

Este ODS nos conmina a no dejar a nadie atrás, principio transversal en toda la Agenda 2030.

La reducción de las desigualdades exige un cambio transformador. Es necesario redoblar los esfuerzos para erradicar la pobreza extrema y el hambre, e invertir más en salud, educación, protección social y empleo decente, especialmente a favor de la gente joven, las personas migrantes y otros colectivos vulnerables.

Este objetivo aborda la inclusión social, económica y política de todas las personas forjando vínculos y rompiendo barreras de edad, género, clase, capacidades, lengua, origen u orientación sexual.

Se trata de situar a las ciudades en el centro del desarrollo sostenible en un mundo cada vez más urbanizado.

Las ciudades deben convertirse en líderes en la generación de sistemas humanos perdurables y de calidad y deben garantizar la seguridad y los mínimos de una vida digna para toda la ciudadanía: una vivienda en condiciones asequibles, los servicios básicos, la educación y la sanidad, pero también la movilidad (con buena planificación), espacios verdes de calidad y una vida comunitaria activa.

Las ciudades deben planificar su desarrollo de una forma sostenible y participativa, velando por la protección del patrimonio cultural y natural, asegurando la integración territorial y aportando respuestas integrales y resilientes a los riesgos derivados del cambio climático y otros posibles desastres o crisis.

El cambio climático es el reto ambiental más relevante al que debe hacer frente la humanidad en el siglo XXI y ningún país puede permanecer al margen.

El ODS 13 nos conmina a tomar medidas para combatir el cambio climático, centradas en la reducción de emisiones de gases de efecto invernadero, de acuerdo con lo que se vaya estableciendo en el Convenio marco de las Naciones Unidas sobre el cambio climático .

Esto comporta integrar las acciones contra el cambio climático en todas las políticas públicas (de la economía a la salud, pasando por todos los ámbitos de gobierno), implementar medidas de adaptación a los efectos del cambio climático, desarrollar planes de prevención y de actuación ante fenómenos extremos, y educar intensamente a la ciudadanía para que actúe en consecuencia y aprenda a protegerse de forma autónoma en situaciones críticas.

Los ODS implican a toda la humanidad, nadie puede permanecer al margen. Para ello es necesario un firme compromiso global a través de la cooperación internacional y las alianzas que permitan poner en marcha nuevas dinámicas para unas relaciones justas, perdurables y equitativas. El ODS 17 está dedicado a los medios necesarios para alcanzar todos los demás objetivos.

Los países más avanzados deben apoyar a aquellos que lo están menos, tomando como referencia la aportación del 0,7% de los ingresos propios, aunque, a menudo, el soporte más útil puede adoptar la forma de transferencia de tecnología. Es básico promover la cooperación regional e internacional Norte-Sur, Sur-Sur y triangular en materia de ciencia e innovación.